lunes, 6 de febrero de 2012

Normas de batallas

Bueno asi como hay normas para el rol en si, tambien tenemos normas cuando se llega el momento de luchar, primero que todo distingamos tres tipos de batallas y cada una tiene distintas normas. En este rol las peleas son de gran importancia, tanto para dar a conocer tu fuerza y habilidades, conseguir una buena (o mala pero importante) reputación, así como para darle un buen seguimiento a la historia y hacer algo más que “comprar helados y beber sangre” para subsistir como se debe. Es muy importante la forma en cómo te desempeñas en una pelea, no tanto por ganar o perder, sino por desarrollarla de la mejor manera.
Al entrar en un combate se deben recordar estas reglas; mejorarán mucho la calidad de peleas, y como tales, deben tomarse en cuenta:

-Por favor, hagan un rol legible, descriptivo y nada de emoticons en el.

-Prohibido controlar las acciones del contrario ¿que significa esto? Puedes golpearlo, puedes arrastrarlo, puedes tirarlo, puedes lanzarle una estocada al estomago, pero no puedes jugar por él, por ejemplo:

Elfen: Artiom, es tu hora de morir -Se pone en posición de ataque…-
Artiom: No podrás matarme mientras tenga por quién luchar -…Se coloca en posición defensiva-
Elfen: ¡Muere! -Se lanza hacia él lanzando una estocada a su cabeza atravesando su cabeza y matándolo instantáneamente-

-Lo único aceptable, sería dar posibles opciones de escapatoria (y eso varía, ya que depende mucho del ataque que uses en contra de tu oponente) añadiendo diferentes posibles resultados de tu ataque. Recuerda que el de la última palabra es tu oponente, y dependiendo de cómo detalles la maniobra de tu ataque, sabrá si podrá o no defenderse/sobrevivir ante él.

De acuerdo, somos inmortales pero no invencibles (ademas recuerden tambien que algunos poseen un cuerpo humano que puede morir). A pesar de sus habilidades, no son inmunes a todo. Recuerda que hasta la roca más grande puede ser destruida con persistencia. Por más poderoso que sean, cualquier ataque les hará algún daño, por más mínimo que sea, esto es algo que deben tomar en cuenta.

Dramatismo: Tampoco habrá que exagerar con los daños, y que por una cortada te pongas con el plan de desangre. Se debe recordar que después de todo es un rol, y debe actuarse como tal.

Imaginación: En una pelea tienes infinitas posibilidades de movimientos, el único límite te lo impones tú (y tus especialidades).

Cantidad: Tampoco podrás excederte en cuanto a movimientos, porque tu oponente debe también tener oportunidad de actuar ante ellos. Cada quien tiene derecho a 1 movimiento de ataque y 1 de defensa por turno.

Lo que había dicho mas atrás, hay tres tipos de luchas y cada una con diferentes normas:

•Entrenamientos:
- Prohibido controlar las acciones de tu oponente - Prohibido asesinar a alguien en estos tipos de combates
- El juez sera el líder respectivo, la batalla termina cuando estos lo digan ¿como se sabrá quien ganara? el que mejores técnicas use, el que lo rolee mejor, el que desperdicie toda su creatividad o los puntos que estén buscando.
- se tendrá en cuenta un Limite de tiempo de respuesta, es decir que si en cierto tiempo no se responde, estas fuera otorgandosele la victoria al contrario así este moribundo.
- Limite de días en la batalla, el juez a cargo puede establecer ciertos días para una batalla, cuando los días estipulados se cumplan y la batalla aun no tenga un ganador se evaluara cual sera el que triunfe.
- En las batallas se pueden rendir
- Si se esta muy debilitado para continuar el contrario ganara el combate.

•Misiones:

- Prohibido controlar las acciones de tu oponente
- Prohibido asesinar a alguien en estos tipos de combates
- El juez sera el líder respectivo, la batalla termina cuando estos lo digan ¿como se sabrá quien ganara? el que mejores técnicas use, el que lo rolee mejor, el que desperdicie toda su creatividad o los puntos que estén buscando.
- Las batallas solo finalizaran si alguno se rinde, si alguno obtiene lo que esta buscando (en la mayoría de casos objetos que pongo a buscar) o esta muy debilitado para continuar.
- Se tendrán en cuenta solo las habilidades estipuladas en el "acerca de mi" del perfil, si no tienes nada es porque no dominas algo.

•Cannon:
- Prohibido controlar las acciones de tu oponente
- Solo muere alguno si el otro así lo quiere, no se mata sin permiso de ambos users.
- Si la batalla no ha terminado el juez sera el oráculo, la batalla termina cuando éste lo diga ¿como se sabrá quien ganara? el que mejores técnicas use, el que lo rolee mejor, el que desperdicie toda su creatividad o los puntos que se estén buscando.
- se tendrá en cuenta un Limite de tiempo de respuesta, es decir que si en cierto tiempo no se responde, estas fuera otorgandosele la victoria al contrario así este moribundo.
- Limite de días en la batalla, el juez a cargo puede establecer ciertos días para una batalla, cuando los días estipulados se cumplan y la batalla aun no tenga un ganador se evaluara cual sera el que triunfe.
- En las batallas se pueden rendir o ceder la victoria.
- Si se esta muy debilitado para continuar el contrario ganara el combate.
- Si todos los lideres y sublideres de un clan están fuera de combate todo el clan queda descalificado sin importar que tengan 100 miembros en pie todavía.
- Se tendrán en cuenta solo las habilidades estipuladas en el "acerca de mi" del perfil, si no tienes nada es porque no dominas algo.

"si alguno incumple una de estas normas mientras esta luchando sera descalificado y la victoria sera del contrario, es por ello que se asignan jueces para comprobar que todo este en orden, ustedes los lideres mas que nadie deben memorizarlas con cuidado ya que son el ejemplo y en muchas ocasiones los lideres de las batallas"

(Algunos fragmentos tomados de Underworld rol)

viernes, 3 de febrero de 2012

Historias (Anexos)

Xana, la verdadera identidad.

-La pequeña Ri como todos la llamaban había nacido en el seno de una gran familia acomodada. Siempre rodeada de amor y cuidados de parte de sus padres y su hermano. Su familia solía salir todos los días de verano en un pequeño barco llamado “Ameerah”. Todos eran grandes amantes del agua des de su nacimiento. Sentían que la libertad que daba el océano sin contaminación o sin ruidos de la ciudad. Pero algo extraño había en todo, ella des de que el primer día se subió en el barco sintió una opresión en su pecho, con tan solo 5 años ya se acurrucada en los más lejano de este y cerraba los ojos apretando las manos contra sus oídos para no escuchar el mar. El temor que causaba en ella era infundado y apenas le encontraban sentido al porque de todo aquello. 10 años después, el padre de Ri había muerto de una terrible enfermedad y la familia se sumió en una tristeza infinita. Su madre decidió que era el momento de despedirse del mar y hacer un pequeño viaje en el barco antes de alejarse por siempre de aquello. Tras un largo y duro día en alta mar el cielo se encapoto y pronto las nubes negras taparon por completo este haciendo que un fuerte viento apareciera y una lluvia intensa con él. Su madre decidió retomar el camino a casa, ya que aún quedaban muchas horas de este y comenzaba a ser peligroso.

Cuando llevaban unas dos horas de aquel angustioso camino que se hizo más pesar para la pequeña el barco comenzó a zozobrar con fuerza haciendo que el agua subiera a la cubierta, las velas cayeran sin explicación y el barco casi volcará en el agua. Las olas golpeaban el casco de este sonando casi como un martillo que intentaba partirlo. Cuando la pequeña abrió los ojos solo pudo ver como su madre caía por la borda, no pudo reaccionar por aquello su miedo la tenía paralizada por completo y su hermano solo intentaba controlar el barco sin mucho éxito. Como pudo se levanto agarrada al borde de este y se acerco al lugar. Su madre clamaba por ser ayudada des del agua y sus ojos se llenaron de lagrimas por no poder alcanzarla. Una fuerte luz de un verde esmeralda comenzó a aparecer en el fondo del agua y pronto su madre desapareció como si algo tirara de ella con fuerza. Lo único que esta pudo hacer fue olvidar su miedo y tirarse en busca de su progenitora. Pero ya no estaba, no había ni rastro de ella en el mar. El barco había seguido su camino alejándose de ella y el fuerte oleaje la arrastraba una y otra vez con fuerza.

Se agarro a una de las pertenencias que habían caído del barco y cerró los ojos dejándose guiar por este con la única imagen en su rostro el nombre de su barco en la lejanía. No supo cuanto tiempo estuvo flotando por el mar o cuando la encontraron, según su hermano despertó en aquella cama del hospital tres días después de ser encontrada aun flotando llegando a la orilla sin explicación. Tras el funeral de su madre, todo el su casa se volvió oscuro. Ella y su hermano eran los encargados de todo y el debía seguir con los asuntos laborales de la familia para mantenerse.
Los sueños de aquella noche la acompañaron siempre des de aquel momento. Pero uno en concreto hizo que las cosas cambiaran. Cuando Hyori tenía 17 años, justo en la mañana del aniversario de aquel día, recordó aquella luz que arrastro a su madre a los más oscuro del mar. Se levanto de un salto al pensar en ello y se encamino a la estación marítima de la ciudad. Allí vivía una mujer mayor que siempre vista mal por ser algo estrambótica con sus cosas. Vivía en un barco el cual siempre estaba amarrado al puerto y ella siempre observaba el mar con una sonrisa en su rostro. El miedo persistía en su cuerpo aun pero la curiosidad y la necesidad de respuestas era más grande. – Pasa pequeña el momento que esperas a llegado – aquella voz inundo el barco una vez que la chica puso un pie en el. Mirando a su alrededor sin ver nada. Siguió su camino y en proa encontró a la mujer que sin mirarla aun permanecía serena como si la esperara des de hacía muchos años. No tuvo que decir nada antes de que ella empezara a hablar. – Des de hace ya mucho tiempo esperaba tu visita. Las preguntas se agolpan en tu cabeza, lo sé. Pero no puedo responderlas todas. Solo puedo decirte, que no es tu culpa lo que sucedió, el mar solo te quito lo que un día te regalo. Tu madre, esa mujer que te crió no era quien te dio la vida. –la mujer se giro con cautela en el rostro y observo a la joven que aun de pie no sabía cómo reaccionar ante aquello. – Una Xana te la dio, pero la necesidad de salvar a su hija más que su vida le hizo abandonarte aquí pequeña. Es hora de que regreses a tu hogar – Con aquellas simples palabras Hyori salió del barco corriendo y una ligera pero suave lágrima cayó por su mejilla hasta perderse en sus labios con aquel sabor de mar que dejo en ellos. No podía creer lo que ella hablaba solo era una loca más que había estado demasiado tiempo sola como para pensar en la realidad.

Al volver a casa, su hermano le esperaba en el salón para iniciar una fuerte discusión. La relación de ambos era horrible tras quedarse solos y los llantos y golpes a las puertas continuos en su hogar. Pero aquel día fue distinto, cuando la charla comenzaba a subir el tono, los insultos y gritos sonaban por todo su hogar no solo eso se movía, la pecera junto a ellos comenzó a temblar y poco a poco el cristal se agrieto hasta explotar como si el agua lo presionara para salir. La confusión que todo esto causo le dio tiempo para salir de allí corriendo y refugiarse lejos de su casa, en la pequeña biblioteca que tenía su padre en las afueras de su terreno. Allí paso la noche entre llantos salados y pesares por estar sola. Cuando pudo calmarse aprovecho su soledad para pensar en cómo había explotado y si ella lo había causado. Se levanto y comenzó a revisar todos los libros del lugar, la mayoría marítimos, hasta encontrar uno de mitología. Con una simple vista pudo ver aquel nombre y sus ojos se abrieron como platos al ver que si existían y lo que estos eran. O mejor lo que ella era.

Ahora con más decisión volvió hasta aquella mujer y planto el libro ante ella. Con claras preguntas que quería responder. La mujer solo cerro el libro y le entrego un diario – Era de tu madre, Xanthe. Ella te entrego a mí con esto y me dijo que un día vendrías a buscarlo, Ameraah - Las preguntas en su cabeza se agolparon en un segundo supo que aquel nombre tenía un significado y que no solo era el de un barco. Perdía en sus pensamientos no supo como aquella mujer la tiro por la borda. Solo pudo gritar y patalear sintiendo que el miedo la congelara – no te alejes de lo que eres pequeña – mantuvo la sonrisa como si fuera una maniaca homicida ante ella, pero su cuerpo poco a poco comenzó a acostumbrarse al agua a calentarla a su alrededor. Su pelo creció justo por debajo de su cintura y su piel se oscureció mientras aquella luz esmeralda aprecia bajo ella calmándola como una canción de cuna.

Demasiadas cosas se agrupaban en su cabeza ahora, el porqué de todo aquello o porque su madre no le contó que no era su verdadera hija. Pero ya no importaba, ya no estaba junto a ella. Ri llego a casa aquella mañana después de todo y podía notar aun la humedad en el suelo por la explosión de la pecera. Camino hasta su habitación y metió solo sus cosas y aquel diario en dos maletas dejando una nota a su hermano. Era el momento de seguir con su camino y descubrir lo que podía hacer.

Años después seguía viajando por el mundo, oculta de su hermano o de todo lo que pudiera atraparla, buscando la libertad y siempre junto a su verdadero hogar, el mar. Subsistiendo con pequeños trabajos de modelo o cantante en locales sin nombre. Llegando a una nueva ciudad cada poco tiempo. Ahora llego hasta un nuevo lugar y alquilo como siempre un pequeño apartamento cerca de la playa. Aquel lugar lograba tener algo que la llamaba y la hacía querer quedarse, aun que ella no era así, el tiempo diría como terminaría su historia y descubriría tantas cosas que le faltaban.

Historias (Anexos)

Stephen, una nueva promesa.

Desde que nació cargo con algo que le lleno de mucha gracia, el hecho de nacer siendo tritón le proporcionaba infinidades de características las cuales consideraba, mas que algo que le hiciera superior a los demás, un don que utilizaría solo para lo necesario.

Su padre era tritón y su madre sirena, no estaban aliados a algún clan pues se caracterizaban por ser muy pacíficos y escaparle a la guerra siempre, pero Stephen un muchacho de estatura miedo, cuerpo moldeado, cabello castaño y ojos cafés oscuros no era así, él pensaba que tenían que defenderse cuando alguna otra raza quería atacarles, velar por lo que eran y los suyos, utilizar los poderes que le habían proporcionado siempre considerando injusto el hecho de dejarse golpear y no hacer anda al respecto.

A escondidas Stephen salía a la superficie desde sus trece años para entrenarse sin que sus padres se enteraran de ello, estaba cansado de tanta pasividad por parte de su familia y sentía que cada que se entrenaba se hacía más fuerte y obtenía cualidades con las cuales podría defenderse y defender a cualquiera que deseara hacerle daño a él o su familia. La superficie era un nuevo mundo que explorar y resultaba excitante para Stephen, su cola se convertía en piernas difíciles de dominar al inicio, respiraba un nuevo aire y experimentaba sensaciones nuevas, toda una maravilla ante sus ojos.

No permanecía mucho tiempo fuera pues no había nada mejor que ser un tritón y nadar en el agua salada que reconfortaba tu cuerpo y te llenaba de vitalidad, frecuentemente se zambullía entre los entrenamientos para refrescarse y nadar y luego regresaba, era por eso mismo que quería aprender nuevas habilidades no se imaginaba que era no volver a estar en contacto con el agua o cerrar sus ojos para siempre, tenía la posibilidad de salvar su raza, su mar y no debía dejarse vencer por la decisión de sus padres.

A sus 18 años una mujer salió del mar justo cuando entrenaba a la orilla de una playa, supo por aquella conexión extraña que tienen los tritones con las sirenas que se trataba de una, la propuesta que le traía aquella mujer le lleno de mucha impresión, sintió que su cuerpo era dominado por la adrenalina al imaginárse acompañándola en sus aventuras peleando para defender su raza y sobre todo su familia y entonces fue cuando pensó en sus padres y le dio algo de pena dejarlos solos, tuvo que negarse y la sirena no hizo de rogarse.

Esa misma tarde domadores de bestias con bestias acuáticas iniciaron un ataque contra la aldea bajo el mar, justamente en la que habitaba Stephen, muerte tras muerte, gritos de dolor, sangre y dolor se desato pues las sirenas no querían defenderse y los tritones solo intentaban recuperar lo último que quedaba de sus cosas. Stephen era el único luchando pero era imposible hacerlo solo, sus papas le suplicaban que se detuviera y huyera pero el orgullo de aquel tritón no se lo permitiría. Odelette y los demás guerreros vinieron a su ayuda y la verdadera batalla inicio.

Fue el ver todas esas batallas las que le hicieron tomar una decisión definitiva a aquel muchacho, quiso unírseles y hacer parte de su clan para defender a su raza, a sus padres, a su mar así tuviera que dejar al viejo Stephen atrás. Un nuevo ciclo de vida iniciaba marcando una dirección fija en su destino, el destino de destacarse como un gran guerrero, sabio y sobre todo maduro.

Con el tiempo Stephen paso a ser uno de los mas reconocidos guerreros del mar, era tan potente que el solo pronunciar su nombre en ciertas aldeas producía sorpresa y admiración, su cuerpo estaba moldeándose tomando la forma de un adulto, era fuerte, veloz, astuto e inteligente igualmente llego a convertirse en el preferido de Odelette. A Stephen se le asignaban las mas grandiosas misiones que requerían de mucho esfuerzo y dedicación, no había alguna que el joven tritón no lograra cumplir, Stephen se volvía una leyenda y ciertamente todo eso y mas se lo merecía.

Solo basto un día y una guerra para terminar con todo el mundo de felicidad en el que vivía Stephen, aquella batalla por la perla cannon fue la que marco el siguiente trazo en el futuro del muchacho, de nuevo sangre, de nuevo dolor, todos los miembros del clan estaban cayendo uno a uno dejándolo solo, las otras razas se habían fortalecido y su clan había quedado al fondo del avance, no supo mas de Odelette, no se supo mas de Stephen, todo desapareció entre cadáveres y llantos lastimeros. Pero la vida del tritón no terminó allí, su cuerpo débil terminó en el agua siendo regenerado por la sal que se adhería a su cuerpo, el muchacho despertó en una playa cercana totalmente sano pero con un problema, ya no tenía clan, estaba solo.

Por mucho tiempo Stephen busco a Odelette, le llamaba con su corno intentando hallar la respuesta de su líder pero jamás obtuvo resultados, literalmente estaba solo y si quería continuar luchando tendría que iniciar de cero. Para Stephen no fue problema, mantendría el clan y si algún día Odelette decidía volver estaría el liderazgo a su disposición, preparo aprendices tritones y sirenas, les enseño todo lo que sabía, les brindo toda su sabiduría y les ofreció el trato que se merecían para ayudarles a madurar con el tiempo manteniendo la esperanza de redimir y limpiar el nombre de su clan, prometiéndose dar la muerte si era necesario.

La leyenda de Stephen empezó a oírse de nuevo en cada rincón del océano, había regresado con nuevos propósitos en su cabeza los cuales estaba decidido a cumplir, se aferraba al único recuerdo de su padre, su corno, con el cual no dejaba de llamar cada noche a la orilla del mar para comprobar si Odelette seguía sin escucharle, conservaba la esperanza de que estuviera viva pero en momentos ello se borraba causándole mucho dolor en su corazón.