viernes, 6 de enero de 2012

Historias (Anexos)

Rinna, la hija de las sombras.

Marie era una mujer voluptuosa de tan solo unos 30 años, su vida era perfecta excepto por un pequeño e insignificante problema, no había conocido el amor y no sabia por cuanto tiempo se mantendría soltera cosa que le molestaba cada que cumplía un año mas. Era una mujer exitosa, tenía mucho dinero, varias casas, autos lujosos y un perfume muy vendido en todo Paris, su padre era francés pero su madre coreana lo cual le había dejado un cruce de razas completamente interesante que hacía de ella una mujer hermosa.

A pesar de tantos amigos Marie continuaba sintiéndose sola, detestaba llegar a su casa después de cada fiesta y volver a tener que dormir sin compañía en su cama gigante con tan solo el velo de su pequeña gata negra. Marie no era de las mujeres que solía que estar con un hombre y luego con otro, de hecho siempre se cuidaba cuando bebía demasiado para no permitir que algún hombre se aprovechara de ella, jamás llevaba un chico a la casa sin antes conocerle bien pero siempre por algún motivo todas sus posibles parejas salían asustadas, había una razón pero ella no la sabia, de hecho nadie la sabía.

Con el tiempo alguien si se  había enamorado de ella sin que ésta se percatara, le hacia compañía cada noche y cada día, siempre estaba a su lado, le arropaba cuando dormía y se preocupaba por que llegara bien sin problema alguno a su casa después de cada fiesta, la celaba de todo hombre que se le acercaba así como apartaba a las personas que no le convenían ¿pero quien era aquella persona? De hecho era su propia sombra.

Si hay algo inevitable es el amor que un día al corazón de Marie no se tardo en tocar, conoció a un hombre originario de corea del sur el mismo país del que era su madre, aquel encanto que provocaba que Marie cayera rendida a sus pies desato la completa ira de su amado secreto pero era tan fuerte ese lazo que no fue fácil romper. MyoungSoo era su nombre, un chico delgado pero musculoso de cabello y ojos castaños, era un importante empresario que vestía siempre elegante y tan solo le llevaba algunos años, el hombre perfecto según ella.

Para que aquella sombra pudiera lograr su cometido tenía que obtener un cuerpo humano en el que pudiera moverse mejor, la respuesta estaba precisamente frente a sus ojos y unas horas después un MyoungSoo de cabello y ojos oscuros toco a la puerta de Marie con un plan macabro en su mente “ella es mía” Marie noto aquella diferencia pero no le presto mucho cuidado, alagó a su compañero por lo hermoso que ahora le quedaba su nuevo estilo. Ambos habían entablado tanta confianza que no hubo problema cuando MyoungSoo dio el primer paso, Marie continuó y sin duda alguna en su mente entrego su cuerpo a aquella criatura pensando que de su amado se trataba. La satisfacción, el deseo y placer que sintió aquella noche era lo que siempre había deseado porque pensaba que se trataba de la persona más importante para ella en ese momento pero solo estaba siendo usada y engañada inocente a lo que pasaba a su alrededor o mejor dicho frente a ella misma.

Esa noche en el vientre de Marie se concibió una pequeña niña que engendraba un enorme poder, la hija de las sombras nacía con una misión en el mundo y eso que no era deseada ni por su propia madre. La Sombra arrastro a la mujer con él para no permitirle nunca más volverse a encontrar con el verdadero MyoungSoo, su mundo de lujos, fiesta y diversión había sido remplazado ahora por uno lleno de tinieblas que le cegaban por completo sin mas que hacer que cuidar de su pequeña quien crecía rápidamente aun sin alimentación ni los cuidados debidos. Un día la bebé nació y lo primero que vio fue el rostro de su padre, todo estaba oscuro tan oscuro que ni su madre pudo atinarle su mejilla para propiciarle una caricia. Rinna fue su nombre, la única heredera de las sombras que estaba destinada a crear una nueva raza que fue llamada los “Doppelgänger” personas mitad hombre mitad sombra que pelearían por el domino total en la guerra por la perla Cannon.
Rinna tenia que ser inteligente, por el momento eran muy pocos los Doppelgängers en el mundo razón por la cual tenia que encontrar alguien con quien aliarse mientras se hacían mas fuertes, sin duda los demonios eran los mas aptos a quienes debía mostrarles una cara amigable hasta que se diera el momento de clavarles la daga por la espalda.

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