domingo, 8 de enero de 2012

Historias (anexos)

James, Líder humano

Mi historia da inicio desde hace muchos años, mi padre era el líder de los humanos que ingresaban a la guerra por la perla Cannon, su mayor sueño era ganar aquella batalla para limpiar el nombre de nuestro clan, su empeño en ello no le dejaba otra opción que concentrarse en entrenarse y entrenar a sus guerreros desconectándose del mundo exterior. La jerarquía humana indica que solo los hijos de los antiguos líderes tienen la tarea de asignar o liderar cuando el actual líder cayera el único problema era que mi padre no tenía mas hijos y realmente muchos dudaban de que lo tuvieran ya que en ningún momento pareció tener romances o amoríos con las mujeres para él su único amor era la batalla.

Con el paso del tiempo vino la vejez y con ella la debilidad para mi padre, la preocupación invadió al clan pues por primera vez habían sido los primeros en ser descalificados de aquella batalla, la herida grave en el costado de mi padre le estaba produciendo la muerte y la única salvación era la magia, magia a la cual se resignaba a usar ya que todo ello involucraba entrar en contacto con otra raza.

Moribundo mi padre tuvo sexo con muchas mujeres y expiro sin saber si había cumplido su meta, aquel agüero sobre que solo los hijos del líder podían continuar el con el mandato se rompió ya que mi madre no deseo guardarse el secreto de mi concepción para protegerme de la muerte y la guerra. Mi tío subió al mando para mantener el orden del clan por el momento mientras se encontraba otra solución, lo cierto era que su labor estaba siendo tan bien realizada que a los miembros no les importo dejarlo allí el tiempo suficiente mientras yo continuaba creciendo como un niño normal y corriente de la multitud.

No me arrepiento de ello, fue el vivir así que me hizo mas humilde y en esos valores que aprendí -los cuales nunca aprendería como niño rico- encontré la fuerza que me impulso a entrenarme y ganar muchas batallas, en mi sangre estaba el pelear, el defender mis derechos, pensamientos e ideales, estaba fortaleciéndome tanto que incluso llame la atención de mi tío. Atendí su llamado y con el paso del tiempo hice parte de los humanos gladiadores peleando por mi raza buscando la victoria de nuestro clan, pero el líder enfrentaba un problema grave, la homosexualidad era inaceptable en los encargados de alto mando pues no se podía dejar descendencia lo que afectaría de nuevo el agüero del clan, cuando se descubrió que mi tío usaba a sus mismos guerreros para satisfacción propia se le castigo gravemente además de destituirlo del mando, mi madre no vio otra alternativa que contar su historia, los científicos me hicieron pruebas extrañas, extrajeron mi sangre, sometieron a mi madre a unas maquinas con bombillas parpadeantes hasta que se dio el veredicto, realmente era el descendiente de aquel hombre que fue su líder, supe por primera vez quien era mi padre y en realidad no me lo esperaba pero tampoco causaba mucho fulgor en mí.

El hecho de pensar que posiblemente yo ahora seria el líder de los humanos me causaba distintas sensaciones, primero que todo me daba mucho temor defraudarles si en algún momento pasaba, también estaría sometido a montones de lujos los cuales no me agradaban demasiados pensaba que mi vida estaba bien así y no quería cambiarla, igualmente el pensar en tener tantas responsabilidades encima era un poco abrumador ¿podría yo con todo eso?

No era por ser egocéntrico pero si me consideraba el mejor de todos los guerreros, era como si en verdad todo aquello de los descendientes fuera cierto, la gente estaba angustiada sin un líder el control de todo se estaba perdiendo y solo quedaba en mis manos decidir si quería tomar dicha responsabilidad o solo retirarme. En realidad se salía de mis manos, todos tenían sobre si esa presión que me ejercían cada que sus miradas se cruzaban con la mía, termine aceptando y descubriendo que aquella labor no era fácil.

Como líder tuve que enfrentar cosas curiosas, cualquiera desde afuera podía tomarlo como alguien que solo se le relaja, da ordenes y disfruta de sus lujos pero la verdad era que debía escuchar el clamar de las personas, velar por los problemas que notaban, luchar y dar todo de mi en cada batalla, aquel cargo requería madurez la cual adquirí con el paso del tiempo y ahora… 20 años después continuo siendo el líder según las personas el mejor que hemos tenido solo anhelo no defraudarlos y llevarlos a la victoria otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario